martes, 11 de diciembre de 2012

Corren ríos de tinta roja por las hojas de nuestros quintos


Halloween siempre es buena fecha para revisar todas aquellas historias que nos hacen agarrar un poquito más fuerte nuestra manta y sentir aquel escalofrío que nos recorre quitándonos el sueño y manteniendo la alerta por si algún monstruito decide dejar claro que eso de una buena leyenda tiene parte de verdad.

Las leyendas siempre han sido una buena excusa para juntarse en torno a un buen fuego e intentar que el personal se piense dos veces eso de quedarse sólo la noche de halloween.

Esta vez tenemos a nuestras dos seños de quinto, Lola y Amparo, que nos han sumergido en el tétrico mundo de la leyenda de terror. No tenemos fuego pero no le hace falta la más lúgubre oscuridad para pasar miedo.

Por supuesto, una buena historia siempre necesita de una buena oradora y las seños han llamado a sus compañeras, la chica de la curva y la chica del servicio de carretera, para contarnos mejor unas cuantas historias de terror.


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